domingo, 7 de febrero de 2016

#QUIEBRE RADIO - En Ecopetrol caso Reficar es apenas la punta del iceberg.

El periodista de 'Barrancabermeja Virtual', Rosberg Perilla Pérez nos comparte las artimañas y la cueva de malandrines en que se ha convertido ECOPETROL.

En Ecopetrol caso Reficar es apenas la punta del iceberg.


Sabado, 6 de febrero de 2016

Un 'iceberg' es una punta de hielo que sobresale sobre la superficie del mar, que nos advierte que en el fondo del océano hay una mayor cantidad de agua congelada.  En otros términos 'la punta del iceberg' es una analogía que se usa para indicar algo que permanece 'oculto a la vista' y de lo que solamente podemos ver una pequeña fracción o parte.

En Ecopetrol el caso REFICAR —el vergonzoso acto de corrupción en el que el Estado colombiano perdió mucho dinero y que es actualmente motivo de investigación por parte de las autoridades— es apenas 'la punta del iceberg' de toda una oculta y muy bien maquillada corrupción que se maneja al interior de la compañía.



Algo que me tiene muy sorprendido de todo esto, es la coincidencia de opiniones —tanto de trabajadores de base, temporales, líderes sindicales, algunos directivos honestos y hasta pensionados— que están de acuerdo en que gran parte de quienes manejan  los negocios en Ecopetrol han convertido la empresa —lamentablemente— en una 'cueva de malandrines'.

Me lo dijeron varios empleados de Ecopetrol que pidieron reservas de sus nombres: — "la cruda realidad que se está viviendo en la empresa, es el triunfo del chanchullo y la coima sobre la decencia y el respeto... la extorsión impera al interior de la compañía dentro de un porcentaje de funcionarios  con cierto poder de definición en contratos y otros negocios"—.

Así las cosas, si la conducta en los negocios refleja los principios de la ética empresarial de una compañía, lamento comunicarles que la ética en Ecopetrol actualmente está por el suelo.

Casos como el de la multinacional inglesa Centurion Drilling que en el 2.012 afirmó que en la región del Magdalena Medio “fue víctima de cuantiosos prejuicios” por los presuntos sobornos de funcionarios de Ecopetrol.     O hechos como los presentados con la empresa multinacional Petrotiger en los que se habría pagado sobornos y que, incluso, fue denunciado y revelado por el FBI de los Estados Unidos.   También el reciente caso de un ingeniero pensionado de la refinería de Barrancabermeja que será juzgado por la justicia colombiana por el presunto delito de estafa a un banco local, luego de incumplir un cobro jurídico por más de $ 9.000 millones de pesos derivados de una reparación a la planta Cracking Orthoflow que se hizo en la Refinería de Barrancabermeja a finales del año 2.012, son apenas (3) tres casos de corrupción en Ecopetrol  —visibilizados por la prensa nacional—  pero que todos sabemos son muchos más y en todas las regiones del país.

Todo lo anterior denota que estamos frente a hechos que le generan a Ecopetrol un desgaste inmenso y de paso 'justifica' las hipótesis de los llamados  'liberales tecnocráticos o neoliberales' que usan todo este escenario como parte de los argumentos para privatizar la que hasta hoy consideramos 'la primera empresa nacional'.


La 'puerta giratoria' que usan funcionarios de Ecopetrol para pasar a ser 'contratistas a la sombra'.

Uno de las formas de corrupción que más llama la atención en Ecopetrol  — y en donde más se ha manifestado el fenómeno— es  en  'la red de relaciones'  que se maneja a nivel interno;  asesores que se retiran o se jubilan de la empresa y luego participan en procesos licitatorios para trabajarle a la misma Ecopetrol como 'contratistas', lo que se convierte en una descarada 'puerta giratoria' entre la compañía estatal y las empresas privadas,  en las que actúan —solapadamente— como 'propietarios a la sombra'.

Se trata de ex directivos de la misma Ecopetrol ganando dinero por 'punta y punta', bajo la 'carareada' excusa de una experiencia que más bien esconde —en forma perversa— el verdadero problema y es que esos ex empleados —ahora contratistas— conocen datos internos de Ecopetrol, que usan a favor de sus empresas, como por ejemplo los precios que fija la competencia que, luego en las convocatorias, ponen a su acomodo para ganar 'facilito' los negocios.

Así las cosas —según los mismos trabajadores— se han conocido de compras de materiales y equipos que no se requieren en Ecopetrol o cuya tecnología ya es obsoleta, todo lo cual sucede gracias a esta 'puerta giratoria'.

Estas transacciones (comerciales y laborales a la vez) son protagonizadas mediante la figura de un suplantador (testaferro) que el alto directivo (ex funcionario de cierta jerarquía con acceso a información privilegiada) ubica en su empresa contratista bajo su subordinación y orientación y la presentan ante Ecopetrol con unos estándares de calidad 'clase mundo'.   Jefes internos en ECP  con  salarios  altos que —sumados a las ganancias de la empresa contratista, más el ingreso del retiro por la pensión de jubilación que tienen en Ecopetrol—  les permite 'un exclusivo nivel de vida'.

Sin duda, allí hay un conflicto de intereses.

En un país como Colombia, donde el 80 por ciento de los colombianos vive con menos de (4) cuatro salarios mínimos, la 'puerta giratoria' en Ecopetrol genera indignación, especialmente, si tenemos en cuenta que los dineros de la empresa —en su gran mayoría— son recursos del estado colombiano, pero sobre todo porque Ecopetrol ha sido el principal generador social y económico del país, cuyos recursos llegan hasta la más apartadas zonas del país.


¿Cuál es la respuesta de Ecopetrol?

La respuesta de la compañía es hipócrita.   Se 'lavan las manos' y ponen a disposición de los trabajadores una 'línea telefónica de ética' en la que advierten que "si alguien conoce una situación en contra de los principios y valores de Ecopetrol, o que pueda asociarse a situaciones de fraude, corrupción o lavado de activos, los ciudadanos pueden marcar en Bogotá el teléfono 2-34-39-00 o la línea gratuita internacional 01 8009-121-013",  sin embargo, con esta línea NO pasa nada, pues la corrupción al interior de la empresa sigue aumentado desproporcionadamente.

Por el contrario  —según quejas de los mismos trabajadores o contratistas que se han visto afectados por las corrupción en Ecopetrol— quien se atreva a denunciar irregularidades al interior de la compañía corre el riesgo que NO lo vuelvan a llamar a contratar, por lo que les da miedo hablar al poner en riesgo sus propios trabajos.

Es lógico que si son los mismos 'jefes' los que controlan todo, la respuesta no puede ser otra que la de expulsar a los denunciantes.

Todo parece indicar fue lo que sucedió con el dirigente sindical, Edwin Palma Egea, quien por el hecho de denunciar en las redes sociales los altos sueldos que devengan los ejecutivos de la estatal petrolera, Ecopetrol decidió despedirlo, una decisión administrativa que busca generar pánico entre los trabajadores y así evitar que denuncien todas las irregularidades que conocen al interior de la compañía.

Me lo afirmó decepcionado un trabajador de la empresa:  "En Ecopetrol la corrupción está arraigada por todas partes y por solo por el hecho de que alguien como nosotros la mencione es prácticamente como colocarse una cruz encima porque sabe y tiene claro que NO va a conseguir trabajo en la industria petrolera colombiana, porque lo vetan".

Esta tal la indignación de un gran sector de la población en Colombia  —por lo que está sucediendo en la empresa—  que ya circula en las redes sociales 'la iguana de Ecopetrol vestida de rata con saco y corbata', una imagen dolorosa para quienes amamos y respetamos a la 'primera empresa nacional, patrimonio y esfuerzo de todos colombianos'.

A lo anterior se suma la lentitud de la justicia para castigar a los corruptos, lo que a su vez refleja refleja un panorama sombrío en el futuro de la empresa.  Hay justicia dilatoria para los corruptos.  Además los niveles de sanción no son coherentes con el gran daño social y económico que le causan al país.


El debate apenas comienza.  El caso Reficar es la 'punta del iceberg' de toda una profunda red de corrupción que amenaza a la compañía.

He dicho.

Rosberg Perilla Pérez

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