“Es raro que los jueces se atrevan
a sacar tarjeta roja
a los dirigentes de los
grandes clubes, aunque bien saben ellos
que estos malabaristas de la contabilidad
meten prohibidos goles al erario público y dejan las reglas del
juego
limpio despatarradas por los suelos. (…)”
UN DEPORTE DE EVASIÓN – Eduardo Galeano.
En
Colombia el fútbol moderno para las mujeres, tal vez muy afortunadamente, hasta
ahora toca a la puerta. Afortunadamente porque el fútbol moderno se ha
encargado de borrar del mapa la esencia del fútbol, la alegría de jugarlo se
pierde en medio de las competencias por sobrevivir en un mercado poco apetecido
por los consumidores tradicionales del fútbol y exaltadamente masculino. La
segunda, los verdaderos forjadores y forjadoras de lo que hoy sería el fútbol
profesional femenino en Colombia, serían dejados a un lado por los grandes
empresarios y clubes con capacidades financieras, deportivas y legales que muy
oportunamente aparecen, cuando el partido tiene marcador a favor de las
mujeres.
Esta última cuestión quedó finiquitada por la DIMAYOR, sólo los equipos
profesionales de fútbol podrán participar de la eventual Liga Femenina, las
escuelas deportivas y clubes que lo han hecho posible quedan por fuera. Lo
irónico es que esos clubes profesionales de fútbol masculino, jamás voltearon
la mirada hacia las mujeres, hacia las niñas de diferentes edades que soñaban
con la pelota desde que tienen conciencia de sí. De hecho, muchos directivos de
esos clubes profesionales de fútbol masculino, ni siquiera habían contemplado
seriamente la posibilidad de tener en sus instalaciones mujeres practicando
fútbol, solo hasta que la DIMAYOR se puso en el tono del mercado que trae
consigo esta práctica en piernas femeninas, aceptan lo han empezado a pensar [1].
En Colombia según el DANE, las mujeres mantienen una carga laboral de 10
puntos por encima de la carga laboral de los hombres y ganan 700 pesos menos
por hora laborada que ellos. De esa realidad no se escapa la selección femenina de
fútbol colombiana; la precaria situación
ha sido denunciada públicamente y de manera amable por varias jugadoras, entre
ellas Yorelí Rincón, quien manifestó su inconformismo mostrando la otra cara
del fútbol en nuestro país, en donde ser mujer y jugar fútbol es mal visto y no
hay un apoyo serio a la labor [2].
La desigualdad salarial y de oportunidades entre ambos sexos se nota con
la siguiente cifra: en 13 años las selecciones de mujeres en Colombia
recibieron 6.500 millones de pesos, las de hombres en todas sus categorías 140
mil millones [3].
Esta situación no es exclusiva de nuestro país, es una problemática a
nivel mundial. El Machismo y sus formas de dominación están materializados en
las dinámicas del fútbol moderno a nivel mundial. Por ejemplo, la selección
femenina de los Estados Unidos y tres veces campeona del mundo, interpuso una queja formal ante la Comisión de
Igualdad de Oportunidades Laborales, en vista de que a pesar de sus títulos,
reconocimientos y popularidad en su país y fuera de él, ganan cinco veces menos
que sus colegas masculinos, los cuales no han obtenido algún otro logro aparte
de alcanzar los cuartos de final en el mundial de 2002.
A pesar de que ellas han generado millones de dólares para el funcionamiento
de la Federación de su país, esta ha instaurado una demanda formal en contra de
ellas por riesgo a una huelga en los próximos Juegos Olímpicos en Río de Janeiro
y su liga de fútbol nacional que comienza en primavera. Ellas, quienes han
ganado cuatro veces la medalla de oro olímpico reclaman justamente nivelación
salarial en vista de que si los hombres se presentan al campo de juego, solo
por hacerlo, reciben 5.000 dólares y no importa si pierden el partido, eso
ganan, mientras ellas ganan 1.350 dólares [4].
El
problema es el acuerdo laboral bajo el cual pretenden continuar manteniendo
relaciones con las seleccionadas, en el acuerdo ellas son trabajadoras asalariadas
pagadas por la US Soccer y los hombres reciben sueldo únicamente si van al
campo. El convenio fue ratificado hasta 2013, lo que ellas quieren es
establecer uno nuevo y su Federación, la misma a la que han alimentado
monetariamente las está demandando para que la huelga no afecte el buen
funcionamiento de su liga de fútbol profesional femenina. Recientemente, esta
demanda fue ganada por la Federación ante un tribunal de Chicago en los Estados
Unidos.
Estas
dinámicas pueden contagiar a muchas selecciones femeninas del mundo, en
especial a las que en países como Colombia repiten esa misma historia, que
patrocina y legitima la FIFA, una institución manejada por hombres de corbata,
gordos y avaros que desde un escritorio toman decisiones alrededor del
deporte que más emociones mueve en el mundo. Claro, no conviene que esto pase
porque se les puede caer su próximo negocio, el de las mujeres explotadas bajo su
sello, su marca.
Por: Xiomara Torres - @Antilogiklorden
Por: Xiomara Torres - @Antilogiklorden
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[1] “No tenemos equipo femenino, ni lo habíamos pensado; pero con la
opción que se abre, podría ser... hay que analizar bien el tema”, dijo el
presidente del Deportivo Cali, Álvaro Martínez. En: http://www.vanguardia.com/deportes/futbol-colombiano/350928-el-futbol-femenino-tendra-liga-profesional-en-que-consiste-la-prop
[2] "En la selección ni siquiera nos pagan un 1% de lo que pagan a los hombres" Yoreli Rincón. En:
http://www.pulzo.com/deportes/en-la-seleccion-ni-siquiera-nos-pagan-un-1-de-lo-que-pagan-hombres-yoreli-rincon/291101
[3] Fútbol ¿Porqué ellas ganan centavos y ellos millones? En: http://www.kienyke.com/deportes/futbol-femenino/
[4] Las mejores fútbolistas de Estados Unidos exigen igualdad salarial. En: http://www.nytimes.com/es/2016/04/08/las-mejores-jugadoras-demandan-a-la-federacion-de-futbol-soccer-de-estados-unidos-por-discriminacion-salarial/
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